Como ya hemos dicho anteriormente, la fuerza de voluntad se agota con el uso. Y una de las trampas en la que solemos caer, cuando ya no tenemos más fuerza de voluntad, es la compra compulsiva. ¡Cuántas veces hemos comprado cosas que luego nunca hemos usado! Si quieres dejar de arrepentirte de comprar tantas tonterías y al mismo tiempo ahorrarte un dinerillo, aquí van unos trucos.
Evita la compra a golpe de clic
Cada vez es más fácil comprar por Internet. Amazon y todas las tiendas similares invierten mucha pasta en como mejorar y mejorar el proceso de compra con el claro objetivo de que compres más. Como nuestro objetivo es comprar menos, pues tendremos que trabajar en el sentido contrario. Como a la hora de cambiar malos hábitos, ponerse un pequeño contratiempo ayuda a no caer. Lo mejor es que nunca guardes tu tarjeta de crédito en tu perfil de una tienda online. Y si la tienda no te da la opción y lo guarda automáticamente (Como hacen Amazon, Apple o Google), después de cada compra entra en tu perfil y borra la tarjeta de crédito. Solo con añadir la pequeña resistencia de tener que introducir el número de tarjeta puede ser suficiente para evitarte muchas compras sin sentido.
Evita comprar con la guardia baja
Siempre se dice que cuando uno compra más en el supermercado es cuando va a comprar con hambre. Intenta no comprar cuando no estas fresco y tranquilo. Si estas cansado, estresado, cabreado, tienes sueño o hambre, mejor no comprar. En realidad mejor no tomar ninguna decisión importante. Pero si por la noche estás medio grogui delante del ordenador añadiendo cosas al carrito de la compra, mejor cerrar el ordenador e irte a dormir. Lo cual nos lleva al siguiente truco.
No compres hoy, mejor mañana
Esta regla requiere más autocontrol, pero tiene mayor impacto. Cada vez que espontáneamente hayas decidido comprar algo, deja la compra para (al menos) el día siguiente. Es mayor el beneficio que el coste de tener que volver a la tienda al día siguiente. Si pasa un día o tres y sigues queriendo comprarlo, entonces ve y compra. Al menos así te habrás asegurado que no era solo un impulso del momento.
{Foto Oleg Magni}