¿Cómo detectar a un idiota? por Jay Robert Pritzker

Jay Robert «J. B.» Pritzker, actual gobernador de Ilinois, ha sido el encargado de dar el discurso de graduación de la Northwestern University de este año que se ha vuelto viral. La parte que se ha viralizado sobre todo ha sido la de «¿Cómo detectar a un idiota?», pero todo el discurso merece la pena.

Aquí os dejo el discurso entero (en inglés) y la traducción de la parte «¿Cómo detectar a un idiota?».

Todo el mérido del discurso es de Jay Robert Pritzker, los fallos de traducción son míos 🙂

Discurso completo

¿Cómo detectar a un idiota?

Cuando estoy a punto de hacer algo me pregunto ‘¿Haría esto un idiota?’ Y si la respuesta es que sí, entonces no lo hago – Dwight Schrute

Toda la eficacia de esta información tan increíblemente útil depende de vuestra habilidad para elegir al idiota adecuado.

Ojalá existiera una forma infalible de detectar a los idiotas, pero, en contra de la intuición, algunos idiotas son muy listos. Pueden deslumbrarte con palabras y engaños. Pueden ascender por encima tuya en el trabajo. Incluso pueden ser elegidos presidente.

Si queréis tener éxito en este mundo, tenéis que desarrollar vuestro propio sistema de detección de idiotas.

Como parte de las responsabilidades de dar su discurso de graduación, voy a compartir el mío.

Por supuesto, soy naturalmente desconfiado con la gente que nunca vio las películas originales de la Guerra de las Galaxias y aún más cauteloso con la gente a la que le encantaron las precuelas y las secuelas. Pero admito que esto no es un indicador fiable de idiotas.

No. ¿La mejor manera de detectar a un idiota? Busca a la persona que es cruel. Me explico.

Cuando vemos a alguien que no se parece a nosotros, ni suena como nosotros, ni actúa como nosotros, ni ama como nosotros, ni vive como nosotros, el primer pensamiento que cruza el cerebro de casi todo el mundo tiene su origen en el miedo, en el juicio o en ambos. Así es la evolución.

Hemos sobrevivido como especie desconfiando de las cosas con las que no estamos familiarizados. Para ser amables, tenemos que apagar ese instinto animal y obligar a nuestro cerebro a recorrer un camino diferente.

La empatía y la compasión son estados evolucionados del ser. Requieren la capacidad mental de ir más allá de nuestros impulsos más primarios. Puede resultar sorprendente porque, en algún momento de los últimos años, nuestra sociedad ha llegado a creer que la crueldad como arma forma parte de un plan maestro bien pensado. La crueldad es vista por algunos como un hábil garrote para ganar poder. La empatía y la bondad se consideran débiles.

Muchas personas importantes ven a los vulnerables sólo como peldaños en una escalera hacia la cima. Estoy aquí para deciros que cuando el camino de alguien por este mundo está marcado con actos de crueldad, ha fallado la primera prueba de una sociedad avanzada.

Nunca forzaron a su cerebro animal a evolucionar más allá de su primer instinto. Nunca forjaron nuevas vías mentales para superar sus propios miedos instintivos. Por eso, su forma de pensar y de resolver problemas carecerá de la imaginación y la creatividad que tienen a raudales las personas más bondadosas.

A lo largo de mis muchos años en la política y los negocios, he comprobado que una cosa es universalmente cierta. La persona más amable de la sala suele ser la más inteligente.

How to spot an idiot?

Whenever I’m about to do something, I think, ‘would an idiot do that?’ and if they would, I do not do that thing. – Dwight Schrute

The entire efficacy of this incredible useful piece of information hinges upon your ability to pick the right idiot.

I wish there was a foolproof way to spot idiots, but counterintuitively, some idiots are very smart. They can dazzle you with words and misdirection. They can get promoted above you at work. They can even get elected president.

If you want to be successful in this world, you have to develop your own idiot detection system.

As part of the responsibilities of being your commencement speaker, I’m going to share mine.

Sure, I’m natural suspicious of people who never saw the original Star Wards movies and even more cautious of people who loved the prequels and the sequels. But I admit this is not a reliable idiot indicator.

No. The best way to spot an idiot? Look for the person who is cruel. Let me explain.

When we see someone who doesn’t look like us, or sound like us, or act like us, or love like us, or live like us, the first thought that crosses almost everyone’s brain is rooted in either fear or judgment or both. That’s evolution.

We survived as a specie by being suspicious of things that we aren’t familiar with. In order to be kind, we have to shut down that animal instinct and force our brain to travel a different pathway.

Empathy and compassion are evolved states of being. They require the mental capacity to step past our most primal urges. This may be a surprising assessment because somewhere along the way in the last few years, our society has come to believe that weaponised cruelty is part of some well-thought-out master plan. Cruelty is seen by some as an adroit cudgel to gain power. Empathy and kindness are considered weak.

Many important people look at the vulnerable only as rungs on a ladder to the top. I’m here to tell you that when someone’s path through this world is marked with acts of cruelty, they have failed the first test of an advanced society.

They never forced their animal brain to evolve past its first instinct. They never forged new mental pathways to overcome their own instinctual fears. And so, their thinking and problem solving will lack the imagination and creativity that the kindest people have in spades.

Over my many years in politics and business, I have found one thing to be universally true. The kindest person in the room is often the smartest.